LA DESIGUALDAD ECONÓMICA DE MÉXICO

A pesar de los más de 2 años del bicentenario de la independencia de México es indignante seguir viendo tanta diferencia entre las clases sociales de nuestro país, cada día observamos más pobreza en la gente de escasos recursos y mejores condiciones de vida para aquellas que tienen un buen nivel económico; es que la equidad, no es una palabra que se emplee en el aspecto económico del país,  los beneficiados de las reformas, tratados y acuerdos son únicamente para los mejor acomodados e inmersos en este ambiente.

La vida no es igual para nadie, eso es algo completamente cierto ya que dependerá en gran medida de las competencias, conocimientos y habilidades que cada quien posea para abrirse camino en la vida y en el marcado laboral. Existen factores que determinan los diferenciales de ingresos entre los mexicanos entre ellos están: el valor de la producción que generan; nivel de educación; experiencia laboral; diferentes niveles de esfuerzo; riesgos asumidos; patrimonio heredado (el más latente en nuestra república); diferentes tipos de discriminación; y por supuesto el azar. Indudablemente que los niveles de educación son determinantes en los niveles de ingreso que se generan y éstos tienen una relación directa con la productividad con la que se inserta una persona en los mercados laborales.

Las oportunidades de salir adelante para una persona que no cuenta con un buen apellido, amistades y nivel económico bastante bueno, son escasas más no nulas; con ello quiero decir que una persona a pesar de su buena preparación, con valores y con esas ganas de salir adelante muchas veces trunca sus sueños al no tener la oportunidad de realizarse, nuestra nación no proporciona recursos para esos talentos mexicanos, únicamente produce y asegura el bienestar de unos cuantos dejando a la mayoría hundida en la pobreza.

Para entender estas carencias que el día de hoy vivimos en México es necesario recordar el pasado y darnos cuenta que a pesar de las oportunidades que se nos han brindado no las hemos sabido aprovechar; exclusivamente hemos tratado de dar soluciones rápidas y no buscar las causas de éstas, haciéndonos cometer los errores  más grandes y costosos.

El desespero o la ineptitud de nuestros gobernantes por resolver los problemas económicos vividos los hicieron tomar decisiones apresuradas; como el nacionalizar la banca y la privatización de industrias echando nuestro futuro al vacio; si bien es cierto que estas soluciones rápidas ayudaron en su totalidad al país desafortunadamente, no supimos mantener ese equilibrio y volvimos a endeudarnos cada vez más con otros países hasta el punto de vender nuestros propios recursos al extranjeros para luego comprarlos a un precio más caro (gasolina).

La sociedad mexicana necesita para los próximos años elegir gobiernos que diseñen políticas públicas que incidan directamente en la reducción de las desigualdades económicas, ello a través de enfocar los esfuerzos en una educación de alta calidad, que aumente los niveles de productividad de la población y de esta forma genere el bienestar y la prosperidad que tanto se merece México y su gente.

El cambio empieza en cada uno de nosotros al ser capaces de levantar la voz y exigir una mejora en nuestra sociedad, si esperamos a que otros hagan lo que a cada uno le corresponde estaremos perdidos, e cierto que no es fácil pero tenemos sobrinos, hijos algunos nietos y gente que queremos que vivan en un mejor país, con igualdad de oportunidades y orgullosos de él, por ser esa patria donde nacieron y pueden realizarse como personas, profesionales y ciudadanos participativos y productivos.

VIRGINA DE LOURDES PACHECO ALMEYDA.